DIGNA MUJER

Con la noche de cómplice cualquier pared sirve de sábana, el deseo fue la excusa. No es más mujer aquella que se hace desear por todos, sino esa capaz, luchadora y entregada, digno ejemplo de admiración.

Mujer es pasión, esa que atrapa miradas.

Es fuego vestido de encanto.

Eres digna no por tu belleza, sino por llamarte “Mujer”.

Me gusta tu nombre de pila, ese que llevas tatuado en la piel y es que, antes que llamarte “Valeria, Susanna o Rebecca” llevas por nombre “Mujer”.

No es más mujer esa que se entrega a un hombre, no es entrega si no te llena el alma. La mujer pasional desborda encantos en su mirar, ella arroja miradas para tentar emociones. Es un rompecabezas de emociones calladas, está llena de silencios inciertos. De ti mujer, me gusta que sabes hacer de tus silencios, mi locura.

La mujer es un laberinto de locura y poesía, de recorrido cegado y difícil salida.

La mujer inteligente no confunde caricias, siempre busca traspasar pieles y tocar almas.

La mujer nunca calla, es necesario aprender a oír su mirada.  

“Mujer” el mejor de mis pecados así se llama. Digna de pleitesía.

¿Perfecta? No, es mucho más que fascinante.

La mujer es historia en mi vida por inventar mi error más excitante.