FRUTO DEL DESAMOR

Aquí estoy, perdido en tu ausencia.

Aquí estoy, buscando el amar que perdí entre lamentos.

Aquí estoy buscando mi esperanza, no la perdí, prefiero pensar que jugamos a las escondidas.

Fruto del amor es el desamor que has dejado en mí. He aquí tu obra maestra, perfecta e inamovible; que triste cara me has mostrado amor, llegaste para lastimar, estás ahí para profundizar mis heridas, le has hecho un hueco a mis vacíos. Vacíos, ahora de éstos está llena mi plenitud.

“Amarse, eso deben hacer dos personas que se quieren” – dijiste. Te entregué mi corazón no en manera de obsequio, sólo que en ti vi un refugio para mis emociones. Ahora contigo quedan mis ilusiones, esas nacientes de promesas incumplidas de las cuales solo quedan deseos incompletos.

El amor no es vino, pero me ha dejado un trago amargo.

Hay una guerra en mis adentros, algo retumba en mi pecho – oh, espera – es el percibir de tu ausencia. Ojalá cuando llegues no sea demasiado tarde; no esperes llegar cuando el otro ya ha partido.

Espinas en mi pecho, eso te has vuelto amor. Un nudo en mi garganta hace notar el amar, ese que escondo en estas letras para no retratar mis ganas de tenerte.

Fruto de este amor es el desamor; la decepción llegó para abrirme los ojos, a veces solo quiero cerrarlos nuevamente pero… yo quiero un corazón que no sienta sin dejar de mirar. Yo quiero un amor que no duela y tú…

Dueles ahí, en cada rincón de esta herida.