VACÍO

Un abismo que yace en mis adentros, habita en los rincones insondables de mi ser, aún así, tan superficial como la piel. Se me escapa por la mirada, aguarda en mi alma y retumba para así dar a percibir tu ausencia; esa que es inevitable sentir, porque mis vacíos son huecos taladrados por ella.

Vive entre soledad, es su palpitar; se arropa por silencios hechos gritos en mi alma, así son mis vacíos. Son recuerdos moribundos que llevo grabados en mi piel, son lágrimas secas de olvido que retratan deseos incompletos; son caricias olvidadas entre mis sábanas, esas que me hacen percibir tu calor. Son vacíos que lleno entre sueños, dibujándote, porque busco sentir tu presencia aún en tu ausencia.

Me adentra en la melancolía, éste martilla mis lamentos profundizando mis heridas, en soledad busco manera de abrir mi alma para así dejar salir la nostalgia. Hay quienes llevamos el espacio por dentro, éste en ocasiones reposa en mi mirar, la arropa entre sombras, tormentas de realidades que me hacen escalar junto con mis ilusiones al vacío. 

Busqué escapar de las sombras, pero encontré por refugio el abismo. 

El vacío sabe de lamentos, vela por mis ilusiones, las que perdí; en él aprendí a dibujar sonrisas en mi rostro, aunque guarden heridas. Deja versos con sabor a nada, hace que emprenda viajes iniciáticos, desconocidos, me llevan a ningún lado. El vacío es interior, pero con él llevo todos mis adentros por fuera.

En cada silencio del viento guardo mis adentros, porque no hay suficiente vacío para esconderlos.