SOLEDAD

Eres tangible soledad, hermosa y cortante a la vez, estás llena de vacíos y constantes silencios. Me haces compañía, eres mi mejor amante. Eres soledad, pero nunca vienes sola.

Te me haces recuerdo soledad, eres la alusión de una eternidad hecha olvido, de mi plenitud hecha vacío y mi amor hecho nada.

Efímera, un vaivén de alegrías y tristezas, siempre estás. Eres un enigma insondable, tan perturbante como un grito que sale de la boca para dentro; no sé si haces bien o mal pero, ¿Qué hay detrás de ti, que viene luego de la soledad?

Eres el recuerdo de una rosa marchita, cuyo aroma fue olvidado, tienes por pétalos sangrantes heridas causadas por tus espinas penetrantes. Espesa como la niebla, fría como la noche, eres un infierno privado que me hace arder entre mis pensamientos. A veces no te pienso, cierro los ojos para no sentirte y para evitar cristalizar mi nostalgia. Una brisa fría que me arropa por las noches, penetras mi mente y me inundas de recuerdos.

Sombra inhabitable, quietud impenetrable; no temo habitarte, en ti veo un refugio para mis pensamientos. Así es, en ocasiones de forma indescriptible te haces luz entre mis sombras y me haces ver que esta también es refugio. Tu compañía me da calma soledad, traes libertad que me permite desahogar el alma.

Soledad, eres tormenta; un grito que sale de lo profundo del alma para retratar mis emociones, pero en silencio.

La soledad suele marchitar sí, pero también alimenta. Sentir su quietud a veces es necesario. Escucha su silencio, este es sabio y da las respuestas que necesitas.

Me haces ruido en el alma soledad, no me dejas solo, me dejas lleno de vacíos.